Las piezas estàs desordenadas y nada se esta redireccionando, cual bienvenida que me dà esta herramienta de la virtualidad una vez recordada la contraseña.
Pero volviendo al juego...las entradas no siempre son las mismas y las salidas no existen.
¿Laberintos? probablemente.
Desde mucho antes de la pubertad, crei que tenia un instinto lùdico. Lo estoy confirmando,con el cuerpo y las propias emociones.
Un camino hacia...
NO, mejor no hablar de pavimentos y destinos. Aburre.